Creación de una microempresa comunitaria para el procesamiento y comercialización de frutas en San Antonio del Monte
El proyecto estuvo dirigido a promover y potenciar el desarrollo socioeconómico de 15 familias habitantes del Municipio de San Antonio del Monte, Departamento de Sonsonate en El Salvador.
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Los beneficiarios fueron pequeños productores y
productoras que mantienen cultivos de granos básicos (maíz y frijol), frutas y
hortalizas, complementándolo con el trabajo como jornaleros en las plantaciones
de café de otros departamentos a los que emigran en la época de cosecha. El
excedente que obtienen de las frutas y hortalizas se comercializa en los
mercados locales, pero el margen de beneficio que les proporciona era mínimo.
El
mercado está copado por los intermediarios y los pequeños productores se veían
prácticamente obligados a venderles su producción sumamente devaluada. La
situación de los participantes era de mera subsistencia sin que tuvieran
posibilidades de iniciar un proceso de desarrollo sustentable a largo plazo que
les permitiera mejorar sus niveles de vida. Esta situación se vio
agravada durante el año 2002 a causa de los terremotos, de la sequía y la
crisis del mercado del café.
A partir de los talleres
para la formulación del Plan Estratégico Participativo del Municipio de San
Antonio del Monte, elaborado por los habitantes del municipio, alcaldía y
organizaciones sociales, se detectaron las necesidades prioritarias en la zona.
En el aspecto económico se destacó la necesidad de introducir nuevas técnicas
de procesamiento de las cosechas que permitiesen generar valor agregado a la
producción y aumentar los beneficios obtenidos por la comercialización.
El proyecto generó las
condiciones para que los participantes en el mismo desarrollasen nuevos procesos
productivos que les permitieran aumentar el nivel de ingresos familiares. Para
ello, se constituyó una microempresa, integrada por las 15 familias
beneficiarias, que fue la organización a partir de la cual se gestionaron
todos los resultados del proyecto y garantizó sus sostenibilidad a largo
plazo.
Para facilitar el almacenamiento y comercialización de la producción se
instaló un deshidratador solar con el cual poder procesar las frutas (mango,
coco y plátano) de forma artesanal. También se facilitaron los equipos
necesarios para la producción de zumos y mermelada de mango, cocada y rayado
del coco y dulce de plátano. Todo el equipamiento se instaló en una pequeña
construcción sobre un terreno, propiedad de los participantes en el proyecto,
con acceso a electricidad y agua.
Por último, se desarrollaron dos programas
formativos, el primero de ellos dirigido al conjuntos de los asociados (as) a
la microempresa, logró facilitar los conocimientos necesarios en Administración y
Contabilidad para la
gestión de la propia microempresa, el segundo, dirigido al conjunto de los
beneficiarios, facilitó los conocimientos técnicos necesarios para el
procesamiento de las frutas y para la comercialización directa, sin
intermediarios, de la producción obtenida.