Los
conocimientos científicos aplicados para el hacer se convirtieron
en tecnología, la cual posibilitó a los seres humanos
su gran liberación: la fuerza del músculo ya no fue
imprescindible para sobrevivir, porque con la técnica el
homo faber moderno fabricó herramientas y máquinas
que hicieron posible la revolución industrial, con la que
comenzó la producción en masa de bienes, que el hombre
mercader puso a disposición de la mayoría de gente
a cambio de dinero y riquezas. Lo que nació de los muy pocos
sirvió para muchos, porque el hombre ilustrado dio valor
al ser humano, al considerarlo dotado: de razón, de inteligencia,
de libertad, igualdad y fraternidad, con lo que se aumentó
la capacidad de muchos para pensar, de ser y de hacer, y la humanidad
entró en la modernidad.
Los descubrimientos de la fuerza gravitatoria, la electricidad,
el magnetismo, la relatividad o las fuerzas débiles, los
motores, la utilización de nuevas fuentes de energía
como la electricidad y el petróleo, y las máquinas
para hacer industria, construcción, transportes, fábricas
y nuevas ciudades dieron origen y consolidaron al industrialismo.
En esta era el homo faber consiguió la gran liberación
material de la humanidad, que permitió la producción
masiva de alimentos, bienes y servicios para atender las necesidades
básicas de toda la población, que había comenzado
a crecer explosivamente y que dio lugar al nacimiento de las mayorías.
Ciencia y Tecnología han cambiado y humanizado el mundo,
con descubrimientos como la Electricidad que han propiciado el cambio
cultural más extraordinario en la evolución de la
especie homo sapiens. El homo mercader descubrió la gran
oportunidad de comerciar en masa, la posibilidad de acumular riquezas
como nunca antes y la formación de grandes mercados. Pero
esta vez el dinero y la acumulación le confirieron poder,
que junto con las modernas interpretaciones económicas dieron
forma a la construcción del capitalismo moderno.
Con el industrialismo la humanidad ha sido capaz de crear riqueza
en abundancia, pero también de utilizar los recursos naturales
sin freno y de olvidarse de los grandes valores del humanismo ilustrado.
La dureza de la industrialización y el alejamiento de los
valores que había traído el hombre ilustrado llevaron
a las mayorías a la opresión, la pobreza y la dominación.
Y desde lo más profundo de la civilización occidental
nació el socialismo, como vehemente búsqueda social,
humana e intelectual, ante el egoísmo desenfrenado y la pérdida
de los valores de igualdad y solidaridad. La nueva aportación
del homo sapiens moderno, ya intelectual, consistió en idear
nuevas normas de organización social, nuevas ideologías
políticas, nuevas doctrinas económicas, nuevos modelos
de Estado y una nueva relación con la naturaleza. Destacando
dos aportaciones a las ciencias sociales y económicas: liberalismo
y marxismo, que han marcado la política y la modernidad de
la civilización occidental.
Poetas, pintores, músicos, escultores, actores, arquitectos,
ingenieros, artistas, científicos y letrados han vivificado
nuestra cultura y expresado en sus obras los momentos históricos,
nuestros sueños, sentimientos y esperanzas, han deleitado
y entretenido a las gentes, han dado sentido y ganas de vivir y
han dejado creaciones para la posteridad. Los políticos han
encontrado en la democracia la forma de resolver las divergencias
de forma pacífica con la palabra y como superación
de la guerra, entendiendo que su mejor labor es la gestión
de la convivencia, la cohesión social y favorecer el mayor
bienestar de los ciudadanos.
Pensamiento, cultura y lenguas han evolucionado con la ciencia,
la tecnología y las energías utilizadas. En estos
últimos cinco siglos, quizás los más intensos
de la evolución de nuestra especie homo sapiens, la ciencia
y la técnica han humanizado intensamente el mundo creando
más inteligencia y nuevos conocimientos. Durante este periodo
de la historia humana las lenguas nos han servido para comunicarnos
y transmitir el pensamiento y la cultura, y la lengua más
hablada se correspondió con la de la sociedad que estuvo
a la vanguardia de la ciencia y la técnica. El idioma castellano
está en franca expansión. En esta lengua podemos expresar
nuestras ideas y comunicarnos con mucha gente; porque en esencia,
son las ideas las que mueven al mundo.
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