desarrollo desde abajo y desde dentro

Mayorías, informalidad y desarrollo

Por Antonio Vereda del Abril. 02 de Diciembre de 2008
Las mayorías, surgidas por el crecimiento demográfico y las tremendas migraciones, fueron llegando a las grandes ciudades desde sus pequeños pueblos, donde llevaban una vida disociada, distante y carente de futuro prometedor. Los individuos que conforman las mayorías asumieron el abandono social y económico en que se encontraban y empezaron a exigirse así mismos, entendieron que su vida y las de sus familias dependían de su propio esfuerzo.

Las mayorías comenzaron a actuar de distinta manera a lo formal y establecido y están creando nuevas sociedades. Sus actuaciones están dejando sin contenido a las antiguas formalmente establecidas, mediante un proceso de ruptura y de creación informal de 10 nuevo. Pero también están descubriendo sus derechos, sus derechos humanos y están ejercitando sus derechos ciudadanos. En política se adhieren a una u otra propuesta electoral según que estas se acerquen a sus realidades y no por las ideologías que representan. Son conscientes de que el poder ciudadano les pertenece y se sienten identificadas con los dirigentes que salen de su propio seno.

Los individuos que componen las mayorías viven luchando contra las terribles circunstancias del presente, porque para ellos salir adelante es un éxito. Luchan por salir del presente que les es hostil, sin que les de tiempo para calcular cual será su futuro, y esa lucha contra la pobreza y la adversidad engendra una fuerza vital capaz de conseguir grandes conquistas económicas, sociales y culturales. El gran desafío está en canalizar esas poderosas fuerzas que ya tienen las mayorías para romper con la pobreza, y para que desde adentro caminen hacia un futuro de democracia y desarrollo.

Las mayorías fueron objeto de referencia y movilización, como instrumento de figuración política, mas no como protagonistas, ya que no fueron origen y fin de la acción política. Antes, sus actitudes eran de rechazo o de aceptación ante las ideas y proyectos que les proponían las dirigencias políticas, hoy son emprendedores de manera informal. Fueron sujetos conducidos y no actores participantes, pero hoy, desde las mayorías ya surgió la actividad creadora. Lo extraordinario es que han reconocido su destino de pobreza y al aceptado han tomado conciencia de tener que transformado.

Muchas de las personas que integran las mayorías, al reconocer las terribles circunstancias de pobreza, desigualdad e injusticia en las que están inmersas emergen sobre ellas con una gran fuerza emprendedora, cuya primera meta es salir de la miseria y redimir su pobreza para hacer un mundo más halagüeño para ellos y sus descendientes. Esa fuerza vital y emprendedora les otorga capacidad de creación y de elección, ese es su gran patrimonio para comenzar su gran gesta de erradicar la pobreza que les oprime, esa es su fuerza vital de creación informal de lo nuevo, esa es su fuerza emprendedora para crear riqueza, es por tanto desde adentro desde donde surgen las nuevas oportunidades de liberación de lo material que les oprime y el nacimiento de nuevas circunstancias donde podrán expresar más libertad de elección.

La libertad del abandono y la indiferencia en que los antiguos dominantes dejaron a las mayorías pobres, que al principio fueron minorías marginales que se asentaron en los bordes de las ciudades y hoy son mayorías que actuando en la informalidad ocupan la mayor parte de las ciudades en los .países subdesarrollados. Abandonadas por el Estado, las instituciones públicas y rechazadas por la formalidad establecida las mayorías solo se tuvieron así mismas, a la vez que se dieron cuenta de que tenían libertad, la libertad informal, y comenzaron a ser libres e informales aunque pobres. En ese proceso descubrieron su fuerza vital y su libertad de hacer y de emprender, y dieron origen a la Informalidad.

En la Informalidad las mayorías han aprendido que pueden resolver las circunstancias que les oprimen y no tienen que esperar a que las dirigencias iluminadas o los dirigentes impositivos les dicten sus posibilidades de ser, vivir o pensar. Hoy tienen más que nunca el privilegio de aumentar su capacidad de elegir entre más posibilidades de ser, pero sobre todo de hacer, haciendo más rico y progresista su entorno, comunidad y país. Los deseos de cambio en las gentes están maduros y por tanto se dan las condiciones de poder conseguir el desarrollo, ya que corno proceso de cambio en lo económico, social, informacional y territorial las mayorías, a través del desarrollo, pueden conseguir su liberación material.

En las sociedades complejas, conflictivas y pobres en las que viven las mayorías informales, emerge el carácter emprendedor en su lucha permanente contra la pobreza creándose sus propios puestos de trabajo, sus autoempleos. Contrasta la dura tarea laboral diaria de los informales que poniendo muchas horas de trabajo producen poca riqueza porque es pequeño el capital invertido por trabajador. Su gran potencial humano y emprendedor resulta ineficaz ya que no tienen la educación necesaria para los procesos de desarrollo, no emplean la técnica y se dedican principalmente a las actividades comerciales más que a las productivas, hasta el extremo que el vendedor ambulante llegó a convertirse en símbolo de lo informal.

Cuando los migrantes se asentaron en los espacios urbanos precarios en sus pueblos jóvenes, favelas, villas miseria y comenzaron a malvivir en sus viviendas de esteras, de latas, de desechos de madera o de obras, cuando ya se construyeron sus techos "dónde vivir" lo que más necesitan es "de qué vivir" Hoy como ayer lo que más necesitan las mayorías es trabajo. Pero la Economía Formal no fue capaz de ofertar empleos en las cantidades necesarias para cubrir la demanda de empleo proveniente de la explosión demográfica, tampoco de proveer empleos en las crisis económicas coyunturales que después se fueron convirtiendo en estructurales con los abultados desempleo s y subempleos, y en los últimos 20 años, con el globalismo, además de no crear empleos asalariados las empresas formales nacionales y multinacionales se convirtieron en torrentes de expulsión de trabajadores de sus empleos dignos, estables y asalariados. Ante la angustia de la pobreza, el desempleo y el no-futuro de la mayoría de las gentes han surgido el carácter emprendedor y la creación de millones de autoempleos.

El pueblo se convirtió en actor protagónico de su destino. Se dejó de producir riqueza por determinación de "los otros" de fuera y del interior, con lo cual nació la Economía Informal, como estadio incipiente del Desarrollo desde abajo y desde adentro, que con fuerza emergente creaba sus propios puestos de trabajo en su lucha contra la miseria y la pobreza. Las mayorías liberadas a su suerte y desasistidas por parte de las instituciones formales o del Estado, asumieron su destino sin que se lo regalaran y desestimaron los intentos de manipulación política provenientes de aquellos que en la adversidad y la penuria solo les ofrecieron la indiferencia y el olvido. El pueblo tuvo la libertad del abandono y fue que las mayorías informales al luchar por sobrevivir comenzaron a ganarse su libertad, la libertad de hacer y la libertad de ser.

Ante la miseria sobrecogedora que rodeaba a los migrantes campesinos, hoy informales, solo se tuvieron así mismos, pero fue lo más importante, no tenían instituciones que los ampararan pero ellos se crearon sus organizaciones, sus ciudades, sus autoempleos, sus viviendas, transportes, espacios públicos, asociaciones vecinales, clubes de madres, comedores populares, registros, equipamientos sociales. Los servicios del Estado no llegaban, pero ellos supieron organizarse para hacer justicia y tener seguridad sin policía, sin armas para la vigilancia hicieron seguridad para la paz. No tenían instituciones donde integrarse, pero crearon organizaciones sociales con participación mayoritaria, pusieron en práctica la solidaridad y con ellos nacieron nuevos símbolos que expresaban la identificación con lo suyo y la personalidad de sus creaciones, comenzaron a crear nuevas expresiones culturales.

MAYORÍAS Y DESARROLLO

El desarrollo es generalización del acceso a los conocimientos y los medios: sociales, económicos, informacionales, culturales y territoriales. Desarrollo habrá cuando las mayorías tengan acceso a la educación, al capital y a la técnica y cuando los bienes de la urbanización se extiendan por los territorios, en armonía con la naturaleza.

Está demostrado que la noble lucha por el beneficio individual acrecienta la riqueza de las naciones, corresponde pues a la sociedad organizada establecer las leyes e instituciones que combinen armónicamente el interés individual con el colectivo, haciendo que la propiedad no perturbe a la libertad y menos que la propiedad material o intelectual de unos sea instrumento de dominación sobre los otros. Tampoco la monopólica propiedad de la economía por el Estado libera al hombre del dominio de unos, los que administran, sobre los otros. El Estado debe ser el promotor permanente en el acceso de los ciudadanos y campesinos a la educación, al capital, a la técnica y a todos los bienes y servicios de salud, información, sociales y culturales para todos, además de cumplir con sus funciones clásicas de impartir justicia, dar seguridad y defensa. Esta forma de ejercer la política social y económica, que desde lo cotidiano se destina a las grandes mayorías, asegura el derecho a la libertad del hombre ante los conflictos que le presentan la riqueza, la propiedad, la cultura o la inteligencia; y le permiten el desarrollo de sus aptitudes personales dentro del espacio económico, social, cultural y ambiental donde transcurre su vida.

La informalidad económica pone de manifiesto que con la lucha contra la pobreza se puede salir del atraso material o subdesarrollo, donde destaca la voluntad de las personas emprendedoras en busca de la prosperidad dando origen a la creación de riqueza. No hay reglas fijas para que en general cualquier país pueda alcanzar el progreso material o desarrollo, pero se ha demostrado que cuando los pueblos tienen fuerza vital, carácter emprendedor y dedican muchas horas al trabajo, siempre consiguen el desarrollo. El desarrollo depende en primer lugar de la voluntad, capacidad y talento de la gente y de sus organizaciones sociales, productivas y políticas, más que de los recursos naturales, las oportunidades del mercado o la ayuda exterior.

La gran trascendencia de la Economía Informal para América Latina es que ha nacido de las entrañas de las mayorías populares en su lucha contra la pobreza y la inaccesibilidad a los bienes sociales, económicos, intelectuales y culturales, con una fuerza que emerge creándose por sí mismas las actividades económicas y autoempleos, como nunca antes había sucedido. Cabe preguntarse, porqué apoyarse en el desarrollo social, económico y territorial para conseguir la transformación de toda la sociedad, si además de económica, la Informalidad es un fenómeno también sociológico, legal, cultural y político. Podrían darse muchas respuestas con fundamentación intelectual e ideológica, pero lo que da validez a esta propuesta es que nace de la realidad.

Los informales nos han demostrado que ante las distancias psicológicas, sociales, económicas, políticas, legales, culturales e intelectuales con la formalidad establecida, ellos iniciaron la comunicación entre ambos mundos, formal e informal, mediante las actividades comerciales simbolizadas por los ambulantes para después participar en la producción, dando inicio a las relaciones entre las personas que pertenecían a un mismo espacio urbano inicialmente segregado. Los informales han utilizado la socioeconomía para los fines superiores del hombre, porque con sentido común y conocimiento de la realidad han ejercitado el carácter emprendedor y puesto en práctica el trabajo en microempresas, que hace de la economía el medio más rápido y eficaz de creación de riqueza, de integración social e instrumento para la manifestación cultural. Han entendido y puesto en práctica el mestizaje.

La opción del desarrollo desde abajo y desde adentro, es pragmática y realista, además de ser más social y de promover desde las mayorías la transformación. Tiene solidez en su concepción científica al otorgar la credibilidad a nuevos agentes para el cambio: los emprendedores informales; en hacer desarrollo desde sus cimientos llevando la educación para trabajar, el capital y la técnica mediante los Centros Direccionales; y en utilizar la creación masiva y sostenible de empleos con capitales por trabajador que no disminuyan la productividad media nacional y que requieran de cantidades de inversión disponibles.

El desarrollo desde abajo y desde adentro acoge a mayor cantidad de agentes económicos, propicia la diversidad productiva y extiende los actores de la innovación. Da como resultado el aumento del mercado interno, con más compradores y mayor capacidad de compra, promueven la armónica distribución del capital y del ingreso, se generaliza el desarrollo, se engrandece ostensiblemente el potencial emprendedor de la sociedad y se sientan las bases de una socioeconomía estable y en progreso continuo. En el ámbito social habría mayor cantidad de agentes de transformación, se consolidaría el dinamismo social y se facilitarían las relaciones entre las personas, facilitando el proceso de hacer ciudadanos a las personas que integran las mayorías informales, indígenas y campesinos, y el mestizaje social, cultural y racial sería un proceso en marcha que daría paso a nuevas formas y contenidos culturales.

La Informalidad ha calado en las sociedades latinoamericanas, y las nuevas fuerzas en juego se han dado paso y han influido en el comportamiento general. Las mayorías, actuando en los espacios sociológico y económico informales, son el motor de cambio e interacción entre lo formal urbano y lo campesino capaz de asumir el Desarrollo "desde abajo y desde adentro" para extenderlo y generalizarlo y, el mestizaje socioeconómico que conlleva impulsará el mestizaje cultural y nuevos valores y formas políticas, sociales y territoriales.
Extraído del libro "Desarrollo desde abajo y desde adentro"
 

 
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