El Comercio Justo es una alternativa al comercio tradicional en la que, además de los criterios económicos, se tienen en cuenta valores éticos que abarcan aspectos tanto sociales como ecológicos y contribuye a que las poblaciones más empobrecidas del planeta tengan acceso a una vida digna.
Y es que detrás de las compras de muchos artículos que realizamos en nuestro país se esconden las siguientes realidades: explotación laboral, explotación infantil, discriminación de la mujer, salarios míseros, condiciones de trabajo insalubres e inhumanas, destrucción del entorno medioambiental.
Su principio fundamental es garantizar a los productores del Sur una compensación justa por su trabajo, así como unas condiciones laborales dignas y respetuosas con el medio ambiente.
Este tipo de comercio también llamado comercio alternativo, es además un movimiento internacional formado por organizaciones del Sur y del Norte. La novedad del Comercio Justo es que las organizaciones del Norte no se limitan a transferir recursos para crear infraestructuras, capacitar o pre financiar a los grupos productores, sino que participan activamente en la comercialización mediante la importación, distribución o venta directa al público.
Estas relaciones comerciales injustas a nivel internacional constituyen una de las causas principales de la pobreza y la desigualdad entre el Norte y el Sur:
El Norte marca las reglas basadas en la competitividad y el máximo beneficio a cualquier precio. Estas reglas empobrecen al Sur, que es la principal fuente de materias primas y mano de obra barata, y limitan su desarrollo:
Entre los principales principios del Comercio Justo se encuentran los siguientes:
1. Salarios y condiciones de trabajo dignos
2. No a la explotación infantil
3. Igualdad entre hombres y mujeres
4. Funcionamiento democrático de las organizaciones de productores
5. Relación comercial a largo plazo
6. Pago al productor de una parte del precio por adelantado
7. Los productores destinan parte de sus beneficios a las necesidades básicas de sus comunidades
8. Respeto por el medio ambiente
9. Productos de calidad
10. Información a los consumidores y consumidoras
En Europa
En Europa ya hay 3.000 tiendas de Comercio Justo, la primera abrió sus puertas en Holanda en 1969. En nuestro país las primeras tiendas surgieron en 1986. Actualmente, el Comercio Justo está presente en todas las comunidades autónomas con más 125 tiendas y 25 puntos de venta.
El consumidor es el eslabón final que hace posible el Comercio Justo. Cuándo éste actúa de manera responsable, y valora no sólo el precio de los productos, sino también las condiciones sociales y ecológicas en que se han fabricado, está contribuyendo a otro modelo de mundo más equitativo y sostenible y favorece el establecimiento de relaciones comerciales más justas.
El consumidor puede, además, apoyar las campañas de difusión y movilización en favor del Comercio Justo promovidas por las organizaciones no gubernamentales.