Apenas una semana después de la finalización de la Cumbre Mundial para la revisión de los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM’s), celebrada en la sede de Naciones Unidas en Nueva York, la sociedad civil comienza a elaborar sus conclusiones sobre la productividad de este evento de cara a los retos que asoman para 2015.
A la fecha señalada se llegaba con unos resultados que, no por esperados, eran menos descorazonadores. A lo largo de este año han sido publicados tanto desde el PNUD, Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo que ha asumido el liderazgo en la lucha por el cumplimiento de los objetivos, como desde el sector de las organizaciones no gubernamentales a través de sus redes configuradas, varios documentos (algunos de los cuáles os hemos subido aquí) que hacen balance sobre de los diez años de trayectoria de este macro-compromiso por el desarrollo. Entre los resultados que más impacto han generado están los relativos a la lucha contra el hambre y la pobreza o por la garantía de la sostenibilidad medioambiental. Estos objetivos cuentan con indicadores alarmantes que reflejan un pobre progreso e incluso un alarmante retroceso en cuanto a la situación de partida, de hace ya 20 años.
¿Qué falla?, ¿Por qué no conseguimos alcanzar unas metas que hace diez años 189 países y millones de personas estaban convencidos de que eran logrables? Las respuestas están sobre la mesa y aunque se conocen las causas la forma de afrontarlas varía según su condición. El claro ejemplo es la reciente Cumbre Mundial. La comunidad internacional está de acuerdo en que existen recursos suficientes y a disposición de la lucha para el logro de los objetivos planteados. Por tanto el debate se dirige hacia aspectos como la falta de transparencia en el modo de trabajar, la necesidad de una mayor eficacia de la ayuda, de una mayor coordinación y de un mejoramiento de los mecanismos de rendición de cuentas. Elementos que, si bien son importantes de debatir en una Cumbre como esta, pierden su relevancia cuando se hace sin la perspectiva adecuada. Esta no es otra que la de profundización en las responsabilidades de quienes intervienen. La Cumbre, como ya es tradición en este tipo de reuniones, careció una vez más de una reflexión sobre la responsabilidad que cada una de las partes tiene en el fracaso al que nos enfrentamos. Hablamos de las responsabilidades de donantes y de sus socios, de la sociedad civil y de las organizaciones internacionales gubernamentales. Sin este planteamiento nos encontramos ante un proceso de reflexión que no exige a los asistentes una justificación por los compromisos asumidos y no cumplidos, que no exige una mayor concreción en la toma de nuevas decisiones y medidas. Nos encontramos con una situación como la que se nos plantea ahora, una semana después de la Cumbre Mundial de revisión de los Objetivos, donde ante una panorama de fracaso del programa sine sin haber ni una sola garantía de que se va a cumplir lo prometido.
Marcos Diaz nadó para unir a los cinco continentes
Días antes de comenzar la Cumbre Mundial en Nueva York un hombre da sus últimas brazadas de lo que es una muestra de hasta donde la sociedad civil, a nivel individual, está dispuesta a comprometerse para sensibilizar al mundo sobre la necesidad de que se cumplan los Objetivos.
Marcos Díaz, nadador dominicano de 35 años, se plantó ante la sede de las Naciones Unidas con el logro de haber unido los cinco continentes a nado, superando todo tipo de adversidades para demostrar que, “… si un hombre puede nadar de un continente a otro, en realidad no estamos tan lejos los unos de los otros”. Frente a dicha sede y acompañado del Secretario de la organización, Ban Ki-moon, Marcos puso voz al sentimiento de millones de personas declarando que “…lo que más debe unir a los países es la urgencia por cumplir con los Objetivos del Milenio de Desarrollo”.
Esta proeza y muchas otras que cada día surgen desde la sociedad civil nos demuestran que la fuerza de la voluntad y el compromiso es un motor continuo para el cambio y de ahí que se presenten a los Estados y Organizaciones Internacionales Gubernamentales como ejemplo para las reuniones de alto nivel. Marcos, quiso pasar el testigo del compromiso que la sociedad civil demuestra en su día a día con los ODM’s y que éste sirviera de guía en las reflexiones de gobernantes y altos mandatarios.
Desde aquí te animamos a que en tu barrio o en tu ciudad, de la forma que más se ajuste a tus posibilidades contribuyas a concienciar a tus amigos, familiares y vecinos sobre el valor y la importancia que tiene el conseguir un mundo más justo y equitativo, pero sobre todo un mundo sin hambre y sin pobreza