desarrollo desde abajo y desde dentro

Democracia

Por Antonio Vereda del Abril. 02 de Diciembre de 2008
La Democracia, nacida en Europa hace más de 2.500 años y difundida al mundo, tiene el mismo significado que cuando se fundó: poder (krátos) del pueblo (demos). Aunque el gobierno popular no haya sido bien visto por los más sabios o los más poderosos. Fue la antítesis de la aristocracia y la monarquía en la antigüedad y lo es hoy de la dictadura y los autoritarismos de nuestros tiempos. Pero la definición sigue siendo la misma de Pericles, cuando en su famoso epitafio dijo: "Nuestra forma de gobierno se llama democracia, debido a que el gobierno no depende de unos pocos sino de la mayoría. En lo concerniente a los asuntos privados, a la igualdad, conforme a nuestras leyes, alcanza a todo el mundo, mientras en la elección de los cargos públicos no anteponemos las razones de clase al mérito personal, conforme al prestigio de que goza cada ciudadano en su actividad; y en lo concerniente a la pobreza, una condición social modesta nunca es obstáculo para quien esté en condiciones de prestar un servicio a la ciudad....Nuestra vida es libre no solo en nuestras relaciones con la ciudad, sino también en el trato cotidiano....Las mismas personas pueden dedicar a la vez atención a sus asuntos particulares y a los públicos. No es el debate lo que supone el peligro para la acción, sino el no informarse por medio del debate público antes de proceder a lo necesario mediante la acción."

Hay que señalar que la visión del gobierno de Atenas es una visión idealizada, aquellos que vivimos en un estado democrático sabemos de la divergencia entre la democracia ideal y su realización imperfecta, como señala Norberto Bobbio: "Existen en el mundo democracias muy diferentes entre sí, que pueden distinguirse según el grado de aproximación al modelo ideal. La democracia perfecta no puede existir, de hecho no ha existido nunca. Y no puede existir por dos razones: Los valores últimos - esta es la primera razón - en los que se inspira la democracia, a partir de los cuales distinguimos los gobiernos democráticos de los que no lo son, son la libertad y la igualdad. La verdad es que los seres humanos, al menos la gran mayoría, no nacen libres e iguales. Seria mucho más exacto decir: los hombres aspiran a ser libres e iguales. La libertad y la igualdad no son un punto de partida, sino un punto de llegada. La segunda razón parte del presupuesto de que el fundamento ético de la democracia es el reconocimiento de la autonomía del individuo, de todos los individuos, sin distinción de raza, de sexo, de religión, etcétera. En este presupuesto reside la fuerza moral de la democracia."

La Democracia, los antiguos la entendían como la "democracia directa" y los modernos como la "democracia representativa": de manera que el poder del demos se convierte en el poder de los representantes del demos; pero desde la Informalidad las mayorías están comenzando a practicar la "democracia participativa": que viene a completar a la democracia representativa con la participación de los ciudadanos en la gestión del poder cercano. La aproximación del poder político y de los representantes políticos a las mayorías organizadas está facilitando la participación de los ciudadanos en la confección de los presupuestos y gestión del poder de las municipalidades e instituciones públicas, en la definición de prioridades y proyectos, en la gestión y el control del gobierno de los asuntos públicos, todo lo cual, está demostrando ser la mejor lucha contra la corrupción y la manera de que las mayorías tengan acceso al poder, y por tanto, a poder gobernarse.

La democracia representativa demostró sus limitaciones en España durante los años 2002 y 2003, se fracturó la relación entre representantes y representados a favor del poder de los representantes del demos. Se fracturo de hecho no de derecho, el pueblo manifestó, clamó el No a la Guerra contra Irak y el Presidente Aznar nos condujo a la Guerra, y lo hizo apoyado por su grupo parlamentario en el Congreso de Diputados. Se enfrentaron dos legalidades: la del Pueblo y la del Presidente. Ese enfrentamiento demostró las limitaciones de nuestra democracia representativa, que nos condujo a disfrutar de menor calidad de la democracia, y lo grave es que fracturó durante bastante tiempo a la sociedad española. La decisión del Presidente Aznar, además, ha contribuido a que la guerra de Irak se haya convertido también en una guerra contra Europa, y significó la ruptura del consenso político parlamentario español en política europea e internacional, nacido de la visión europeísta de la mayoría de españoles, respecto de la construcción de la Unión Europea.

Los españoles sabemos que cuando las Cortes invisten a una persona como Presidente del Gobierno, la convierten en el ciudadano más poderoso de España. Durante estos últimos años, la utilización partidista de la Presidencia del Gobierno ha contrariado el consenso civil-civilizado en torno a los grandes problemas de España, la instalación de la mentira en el debate público y la creación de ambientes mediáticos para justificar políticas que han echado por tierra consensos, los cuales nacieron por las renuncias políticas de mucha gente de toda una generación. Esa visión partidista de un Gobierno de España, haciendo oposición a la oposición, ha diluido la aportación que la derecha democrática hizo a la mejor política durante su primer gobierno, el de: Aznar-Álvarez Cascos-Rato en alianza con Pujol, con sus dos victorias en elecciones democráticas, la segunda por mayoría absoluta, construyendo sobre lo mejor que se había hecho, como lo hacen los grandes países democráticos en sus mejores épocas históricas. Con un crecimiento bastante notable de la economía, la creación de millones de empleos, la consolidación de una economía abierta y competitiva con empresas que actúan en todos los mercados del mundo, con baja conflictividad social y pactos con los sindicatos, reforzando el nivel de respeto de España en el exterior, en especial por dar repetidas muestras de cumplir los compromisos internacionales, en especial por la participación en la creación del Euro, la consolidación de la Zona Euro y el Banco Central Europeo y el cumplimiento del Pacto de Estabilidad Europeo, en la que España demostró una vez más ser coherente con su estrategia de la construcción europea, demostrando que los pactos se hacen para cumplirlos.

Documentos y enlaces de interés

Extraído del libro "Otro Mundo desde abajo y desde adentro"
 

 
© FundacionFIDE.org - Fundación Iberoamericana para el Desarrollo

Sede principal: Gran Vía, 55, 6º; 28013 Madrid Email: info@fundacionfide.org Tlf.: +34 91 542 0390. Fax +34 91 541 3255 Horario: De 9:00 a 14:00 horas, de lunes a viernes