Escuela de Verano- 2002

Durante el mes de Julio del 2002 en los municipios de Torija, Brihuega y Trijueque, de Guadalajara, se celebraron 15 talleres enmarcados en un proyecto de educación en valores para el desarrollo y la diversidad cultural, que La Fundación Iberoamericana para el Desarrollo (FIDE) lleva a cabo desde su departamento de sensibilización.

Dichos talleres contaron con una participación muy elevada, lo cual es importante a tener en cuenta tanto por la buena acogida de los talleres, como por la necesidad de los mismos detectada previamente en la población y cubierta, en mayor grado del previsto, a través dicho proyecto. El hecho de que dichos participantes mostraran gran interés por los diferentes talleres facilitó la asimilación de conceptos como Los Derechos del Niño, la diversidad cultural que existe en el mundo, el respeto y valoración de lo diferente, la solidaridad y cooperación con los pueblos del Sur, etc Todo ello favorecido por la colaboración entre los participantes y sus familias, en definitiva, por un buen trabajo en equipo que ha enriquecido aún mas los valores adquiridos.

El gran abanico de edades que se abarcó con el proyecto, ha podido plantear algunas dificultades en cuanto a la organización del grupo por edad, pero no las ha planteado a la hora de lograr la asimilación de conceptos y la cooperación en el grupo, alcanzando una gran cohesión y homogeneidad del mismo gracias a la metodología de participación empleada y el buen clima de colaboración del equipo favorecido por el interés que suscitaron los diferentes talleres en los participantes.

Los objetivos que se cumplieron con estas escuelas han sido acercar a los niños/as de una forma divertida a través de la música, la danza, la gastronomía, los cuentos, etc a las diferentes formas de vida y costumbres de países en vías de desarrollo; difundir entre los niños/as de estas poblaciones valores de respeto hacia otras culturas; propiciar la cooperación y la solidaridad hacia los pueblos y gentes de los países en vías de desarrollo; fomentar la idea de que la interrelación entre las diversas culturas es algo positivo y enriquecedor; potenciar el trabajo en equipo como forma de desarrollo de la personalidad individual del niño/a; dar a conocer los derechos del niño a través del juego; acercamiento a la realidad de la vida de los niños/as en los países en vías de desarrollo; y crear cauces de participación para que los niños/as desarrollen sus propias actitudes frente a dichos temas y que desde su realidad construyan un espacio común con el “Sur”.